LA ESPIRITUALIDAD DEL PADRE D’ALZON
CRISTO EN EL CORAZON DEL MUNDO
HOMBRE DEL SIGLO XIX, Manuel d’Alzon se enfrenta a los efectos de la Revolución francesa. Jesucristo y su Padre, declarados fuera de juego, han sido excluidos del espacio público. Pero su sitio está en el centro de la aventura humana que, sin ellos, está abocada al fracaso. La salvación es el Evangelio, el Reino de Dios tal como lo entiende y pone en práctica Jesús. Es el gran proyecto de Dios para toda la humanidad, manifestado en Jesucristo y actualizado por su Iglesia. No es una reducción sino un camino de plenitud. Como un revelador, el Reino de Dios, en su versión evangélica, hace que aparezca con plena claridad, para ponerle remedio, lo inadmisible, lo que deshonra a Dios y al hombre.
EL REINO DE DIOS: es la palabra clave de la espiritualidad y del proyecto apostólico de Manuel d’Alzon. Es una espiritualidad de alta mar, de hoguera y no de paños calientes. Desvela la ambición de Dios, nacida de su amor, en toda su amplitud. Como en Jesús, la pasión por el Reino de Dios brota en el P. d’Alzon de un desbordado amor del Padre.
Adveniat Regnum Tuum (Venga tu Reino) es la divisa de la Asunción y el significado del logo A R T.Aprendiendo de Cristo, de la Iglesia, de San Agustín
LA ADHESION A CRISTO ES PRIMORDIAL. Todo parte de él y vuelve a él. Nuestras actitudes se modelan conforme a la suyas. Con él, amamos al Padre y al Espíritu, y también a María, su Madre, y a la Iglesia, su Esposa. Obramos como él, pues el mensajero debe dar él mismo testimonio del Reino que anuncia. Hacemos nuestra su oración, pero oramos también en él y a través de él. Como para él, contemplación, escucha de la Palabra, actividad, son tres formas imbricadas por una misma pasión por el Reino de Dios que hay que hacer venir hoy. Verdad, Caridad, Unidad, o dicho de otro modo, Fe, Justicia, Comunión, son las tres notas principales de la tonalidad agustiniana de esta espiritualidad. Moldea hombres de fe bien ajustados a su tiempo. Una espiritualidad, como cualquier río, tiene un manantial. Modesto hilito de agua al principio, se va ensanchando a lo largo del tiempo. Como fuente de vida, origina nuevas floraciones y se enriquece con las aportaciones de las épocas y de las tierras imprevistas por las que corre. Se ha extendido por Africa, por Asia, por las dos Américas. Irriga profundamente la «Regla de Vida» de los religiosos asuncionistas y el «Camino de Vida» de los laicos.
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